9 meses de ausencia... parto!
Hmmmmm, llevo como 6 meses sin escribir cronicas y ya ni se por donde empezar.... no si siquiera si las anteriores fueron completamente leidas o no.... con ciertas excepciones y algunos fans pidiendo mas, jejejeje.
Tal vez escoger un titulo ayude.....
Parece ser que este es un nuevo ciclo. Llamémolo el ciclo de los viajes y los planos.
Todo empezó en Septiembre. Tuvimos a mamá Falchetti de visita por un mes, lo cual nos dio la excusa perfecta para pedir vacaciones y salir de paseo de nuevo.
Entonces vino Cape Town. Que lugar! Una ciudad como entre un escenario de teatro, con telón de fondo y todo. Una Table Mountain haciendo de background y también de techo, porque es plana como una tabla (alguien notó la redundancia? no, ah bueno, menos mal! jeje).
Y al Sur, el Cabo. El Famoso Cabo de Buena Esperanza rodeado por centurias por navegantes de todas las nacionalidades (los chinos le dieron la vuelta antes que todos). En este lugar hubieran debido ir a parar quienes afirmaban que la tierra era plana. NO WAY! Acá si que se nota que estamos metidos en una burbuja azul! Que sensación tan impresionante! El recorrido por el Indico es bien interesante pues hay desde ballenas hasta pingüinos. Si, si, leyeron bien, pingüinos en Africa. Chiquitines, metidos entre la arena y las matas, bien chistosos ellos, meciéndose al andar... o sea que si, efectivamente no nos timaron, son pingüinos!
Como todos los lugares en este país, la naturaleza está en continua mezcolanza con las vías, con la gente, con el lugar como parte integral de un TODO sudafricano, curioso, complejo, interesante. Otra ballena? Si, esa está como quieta por allá, sacó el chorrito! Que nota!
El Atlántico no se queda atrás: arma miles de bahías a lo largo de la costa... y también hay islas, y también islas-cárcel, como Robben Island, donde estuvo Mandela preso muchos años.
Cape Town es como un país en si mismo. Muchos la consideran la capital mucho más que Pretoria, mucho más que Bloemfontein (a que no sabian que esa ciudad existia! jajaja), y de hecho es la capital legislativa y sede del parlamento. Adentro, lejos del mar también hay cosas para ver: alguien interesado en una cata de vinos? Bueno, hay miles y millones de kilómetros cuadrados de viñedos para visitar, para catar, para atiborrarse de quesos con galleticas también, si están con ánimo.... Salud, a la luz de un PINOTAGE (una cepa que es solamente sudafricana)
Pero no fue sólo al sur que estuvimos.
El safari es plan obligado, así que estuvimos en Hluhluwe e Imfolozi de nuevo. Esta vez nos quedamos dentro del parque rodeados de Bambis e hicimos safari de noche, con leones incluidos y todo! Hmmm, menos mal estaban llenitos de búfalo, y lo que dejaron lo remataron un par de buitres la mañana siguiente.
También nos pegamos una caminadita en Drakensberg, para ver pinturas rupestres de 4000 años de antigüedad. Impresionante! Mi mamá estaba como mico en costurero y los demás boquiabiertos..... no hay más palabras.... y tampoco había mucho aliento, porque la caminadita fue como de 2 horas en subida! jajajaja
Y bueno, fueron miles de planes cerquita, en Durban, Ballito, Umdloti, Umhlanga.... en fin, todos los alrededores de la casa. Creo que le panorama no estuvo nada nada mal. Que nos confirme la mamma si se divirtió suficiente!
Luego de todo esto, llegó Octubre, se nos fue la mamma y por supuesto, tocó terminar el año, trabajar como locos y ponerle velitas a un altar para ver como diablos íbamos a recuperar nuestros pasaportes perdidos en la embajada de Canadá en Bogotá.
Resulta que es prohibido mandar pasaportes por correo entonces fue una odisea volverlos a tener de vuelta acá con nosotros (para aquellos olvidadizos, alguna crónica anterior hacía recuento de la documentadera canadiense).
Afortunadamente contamos con la familia de uno de nuestros compañeros de trabajo quienes venían desde Bogotá, y nos trajeron los pasaportes errantes, que mi mamá rescató de la embajada de Canadá después de meses de no saber dónde diablos estaban.
Como se hizo tarde para tramitar cualquier otra visa para las vacaciones de diciembre (y claro, todo poseedor de pasaporte “vino tinto” DEBE tramitar una visa así sea para Swazilandia o Botswana), pues resolvimos irnos a hacer curso de pingüino a Canadá, cuya visa por fin teníamos (y era la única aparte de la sudafricana que teníamos).
Y así fue. Llegamos a Montreal el 16 de diciembre (y hay que acordarse de esta fecha porque desde ese día cuentan los 5 años que tenemos para completar 730 días -2 años-viviendo en Canadá o trabajando para una empresa canadiense, y mantener la residencia). Con escala en Paris, volando por Air France como si fuéramos ricachones..... jajajaja. Pues resultó hasta bien negocio planear el viaje a última hora, pues nos conseguimos un pasaje casi a mitad de precio de esos de promoción que sacan una semana antes de viajar. Y bueno, a aprovechar que la oficina daba pasajes por un valor específico en diciembre, como parte del bono de fin de año.
Al llegar, después de unas cuantas horas sentados esperando en la oficina de immigración (la verdad es que no podemos quejarnos para nada, porque el contraste de la eficiencia canadiense con nuestra situación particular y con lo que hemos vivido en Sudáfrica, la verdad es que nos dejó muy bien impresionados), salimos a coger un taxi. Hmmmm, no esta tan frío, dijo Nando al salir a la calle, dejando tras de sí una nube de vapor...
Llegamos al hotel, bajamos las maletas del baúl del carro y ay Dios! Donde están los guantes? La bufandaaaaaaaaaaa por favor! Rápido, entremos! Brrrrrrrrr!
Montreal, Toronto, Niagara Falls, Quebec City. El promedio de temperatura estuvo alrededor de 12 grados bajo cero, nada grave, teniendo en cuenta que en Quebec City tuvimos un par de días de menos 27 que nos dejan casi sin dedos de los pies! Ese día tomamos más chocolate caliente que en toda la vida! Sensación extraña: se nos congelaron las pestañas. Mini estalagmitas blancas que caían a chorros cada vez que entrábamos a algún cafetín buscando nuestro cacao reglamentario... parecíamos llorando cada media hora! Muy chistoso!
La verdad es que fue super interesante ver otra vez ese país, esta vez blanco blanquísimo, tener una navidad con campanitas y villancicos y reconocer los lugares alguna vez visitados y que quien sabe, podrían un día de estos ser sede propia....
Ahora tenemos tarjeta de residentes y número de seguridad social, con los cuales podemos trabajar legalmente y tramitar todo el resto de papeles al momento de establecernos allá.
Enero en Durban es calieeeeente... atravesar la puerta del avión y sentir el golpecito de aire tibio en la cara... hmmmm, que ricoooooo! Será que me estoy volviendo calentana? Metamos la chaqueta en la maleta!
Y nos llegó visita de nuevo, dos amigos de Bogotá a los que llevamos a pasear por Durban y a Drakensberg a subir al Sani Pass, pasar la frontera hacia Lesotho para pasear en cuatrimotos a lo largo del río.
Por esos días nos enteramos que las dos semanas de vacaciones que había cerrado la oficina en diciembre y enero no contaban sino como 5 días de vacaciones. Yupi! Nos sobran “leave days”!
La idea original en diciembre había sido ir a Canadá y luego a Dubai a visitar a unos amigos (trabajaron con nosotros en Arquitectura e Interiores) que viven allá. Como todo fue a última hora, no alcanzamos a tramitar la visa a tiempo, entonces resolvimos darnos un paseillo de una semana, de regalo de aniversario.... en febrero!
Dubai es interesante. Ciudad de mentiritas, todo grande, todo hecho para la velocidad, todo en construcción... Hasta flores de colores, regadas todos los días con agua desalinizada, mantenidas perfectamente al lado de unos prados verdes inmaculados, cortados a la perfección..... y estamos en la mitad del desierto... Es definitivamente algo que hay que ver y desde el punto de vista arquitectónico y urbanístico es bien interesante. Un laboratorio de edificios, algo así como una Brasilia del siglo XXI... ya veremos que acaba de pasar con la crisis (han parado muchas obras en la mitad) y que pasa con todos los inmigrantes que viven ahí ahora.
El mundo musulmán es otra cosa increíble. Lejos de poder juzgar, es impresionante como mantienen vivas las tradiciones y los valores ancestrales.... empezando por los negocios.... siempre habrá un árabe de socio, siempre la plata se quedará en su mayoría ahí...
Las mujeres no parecen pelear contra eso. La revolución femenina no es necesaria, cada cual en su debido puesto, cada cual en su papel, sin problema, fluyendo con la vida, contentos, seguros. Eso si que es un contraste con Sudáfrica. Acá la inseguridad puede ser comparable con la nuestra. En Dubai, tal vez por la misma cultura, se siente otro ambiente, se siente una especie de “vacío”, no hay paranoia, pero tampoco hay espacio para el peatón, tal vez no hay espacio para sentir la paranoia, tal vez se escondió detrás de un velo negro......
En el centro, los souqs (mercados) son otro rollo. Mucha más vida de pueblo, vida activa, la gente en la calle, así como en Abu Dhabi, la capital de UAE. Lleno de turistas, eso sí, de todas las nacionalidades, de todos los colores, comprando oro, famoso por ser muy barato allá. Pasas el río en una buseta de agua, un barquito atiborrado de gente, llegas al otro lado, que quiere, lleve una libra de especies, una azafrán tal vez? El medio oriente en pleno, la plaza de mercado del mundo, cruce de caminos, las mismas tradiciones, desde Babilonia, hasta hoy...
Se me olvidó hacer un poco de publicidad y mencionar que si van a viajar a algún lado, busquen si Emirates viaja allá. Impresionante. Cada silla tiene pantallas con películas, series de TV, música... tan completo será el menú que necesitaría uno meses para ver todo lo que tienen por completo. La comida es deliciosa, las sillas cómodas, mejor dicho, super recomendada!
Entre viaje y viaje, claramente tuvimos que clavarnos como locos, pues el aeropuerto va volando (jejeje, eso sonó chistoso) y el primer avión aterrizará el primero de mayo de 2010. Así que bueno, a correr se dijo. Esto para responder a las preguntas de algunos... “a que horas trabajamos”? Bueno, pues todos los días estamos en la oficina a las 7 de la mañana y salimos por temprano a las 7 de la noche... en vísperas de paseos venimos también los fines de semana y festivos (a lo arquitecto colombiano, sin horas extras pagas, claro está).
Un pequeño panorama de la obra... bueno, del edificio del terminal...
Afortunadamente entre trabajadera y trabajadera, Sudáfrica tiene muchos festivos en Semana Santa, así que decidimos salir de paseo otra vez (se acuerdan del título del capítulo? el 2009 queremos recordarlo como el año viajero, así que estamos aprovechando!).
Entonces empezamos a mirar opciones de viajes y descubrimos que una línea de cruceros italiana se traslada a Africa durante el invierno en el hemisferio Norte, y hace trayectos saliendo principalmente de Durban y cogiendo al Norte por la costa Este del Africa, hacia Mozambique, Seychelles, Zanzibar, etc. El que nosotros cogimos salía de Durban y paraba en Maputo y Barra Lodge en Mozambique.
Paraba, porque nos bajamos en Maputo, y en Barra Lodge no pudimos, pues las olas estaban tan altas que los zodiacs (balsas inflables) no pudieron alcanzar la playa.
Así que bueno, conocimos la capital, Maputo, bien interesante, con su influencia portuguesa y su cara de pueblo de la costa (por supuesto, Nando estaba encantado!). Un tour de todo el día nos llevó por los lugares más importantes de la ciudad, museos, el mercado, la vieja estación de tren.
Por otro lado, ni se imaginan la delicia de comida que puede encontrar uno en un barco italiano! Y hasta conocimos a un par de colombianos que trabajan como parte del staff.
Fue super interesante hablar con ellos y con una peruana que trabaja en el restaurante. Fue como un llamado más de atención acerca de la complicada situación que vive este país. La conclusión es que a ninguno le gusta la parte del año que trabajan en Sudáfrica. Triste pero cierto, el racismo y discriminación entre razas es demasiado evidente a ojos de un tercero. y digo tercero porque mal que bien uno viviendo adentro del problema termina acostumbrándose. Y no es sólo los blancos hacia los negros. El barco, al salir de Durban, por supuesto estaba lleno de hindúes y parece que estos son los peores. Tratan al personal de limpieza de las cabinas como a sus esclavos, incluso tirándoles toallas sucias en la cara para ser cambiadas de inmediato y cosas por el estilo. Extremos aún más angustiantes, como una afrikaner amenazando a la fotógrafa (colombiana) con botarla por la borda si no le dejaba coger gratis (por favor léase robar) una foto donde salía con su esposa.
Y bueno, así oímos miles de historias que denotan la falta de tolerancia entre razas y culturas, y que lo único que confirman es que este país no ha aprendido a convivir ni a mezclarse.
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